Si sientes que no puedes parar, que el entorno no te lo permite…no es él quien no lo permite, eres tú, porque te identificas aún con aquellas cosas valoradas por este mundo hoy. Tienes metas y objetivos, lo cual no debería ser “malo”, pero se convierte en malo cuando dejas de disfrutar el camino. De pronto te das cuenta que la lucha por alcanzar esas metas te absorbe, y te distraes del momento presente. Cuanto mayor identificación tengas con el mundo material, tendrás mayores necesidades y menos presencia en el aquí y ahora.
Deja de luchar.
“Deja de desear y se te dará multiplicado”.
Pero tiene que ser un dejar de desear sincero, que tu mismo te lo creas… Entonces puedes empezar a ser como una gota de agua en el río, fluyes con él, no vas contra la corriente de la existencia. Disfrutas el día a día con lo que la vida te presenta. Sabes que no puedes cambiar lo que es, y sabes que la mente reina en el pasado y en el futuro y no puedes solucionar nada que no pertenezca al presente. Entonces la usas como un instrumento práctico para vivir el ahora y organizar tu tiempo. Tus pensamientos no dominan a tus acciones.
Y así comprendes que ninguna de tus angustias puede agregar algo a tu vida. Preocupándote solo pierdes el presente…Y no hay más que eso…
Por eso se feliz hoy.
Disfruta todo lo hermoso que la vida tiene para ti y deja de quejarte por aquello que no tienes.
Olvida la cumbre. La única forma de llegar a ella es estar atento al camino. Ya llegarás, o no, pero en todo caso nada te quitará el placer de haber disfrutado del viaje.
Lo valioso lo tienes hoy, solo tienes que darte cuenta.
No pospongas, no esperes, se libre…
Libérate de los miedos, la vida es ahora.
Date cuenta y reconoce que el “no puedo”, es en realidad un “no quiero cambiar”. Muchas veces no es necesario cambiar lo que haces, sino como lo haces. Te acostumbraste a cierta comodidad, seguridad, y temes abandonarlas, a pesar de sentir que limita la expresión de tu alma y oprime tu corazón.
Despierta.
¿Cuanto tiempo más seguirás traicionando a tu verdadero ser, que quiere vivir y sentir en vibraciones más elevadas?
Reconoce las limitaciones que vienen desde tus pensamientos y condicionamientos. Ve a tu conciencia-corazón, y olvida los límites…No los tienes. Tu alma está llamada a expresarse plenamente.
Y si en el camino te encuentras con dificultades, míralas como pruebas. Nada termina, ni llegas a ningún lado…Nunca dejas de aprender.
No hay adonde llegar, porque ya estás allí, en el centro de tu corazón…