Vive plenamente, sin reprimir emociones, sin saltear etapas. Deja que el alma se exprese y experimente lo que necesite para tu crecimiento y evolución, sin miedo. Si algo sale “mal”, nada mejor que el aprendizaje que te queda por haberlo vivido…Levántate, sacúdete un poco y sigue…
Conciencia, presencia en tus acciones convierten toda tu vida en un acto meditativo...
Meditas cuando sientes el contacto con todo lo que te rodea, no cuando te escondes del mundo “exterior”…No si te refugias bajo un caparazón. Busca el silencio dentro tuyo. Verás que cuando el silencio ocurre, no hay separación. Dentro y fuera es la misma cosa…Todo puede ser disfrutado…
Relájate…
Nada tiene demasiada importancia, sólo la que quieras darle.
¡Que sencillo puede resultar un intante visto con la inmensa mirada atemporal de la contemplación!
ResponderEliminarMe gusta tu reflexión, durante mucho tiempo en mi vida me resonó esa misma idea, vibraba en ella, pero los condicionamientos, los miedos, los lastres y otras excusas me impedía llevar la teoría a la práctica.
Ahora simplemente fluyo. Sé que las circunstancias van y vienen, sé que el universo es capaz de movernos a su antojo y que los hechos son neutros... sé que somos nosotros, con nuestra percepción los que los sometemos a juicio y los etiquetamos como buenos o malos... pero eso lo hacemos sólo con el pensamiento.
Si vivimos desde la consciencia, todo es amor, todo lo que ocurre, lo mejor y lo peor. Todo, incluso este momento, incluso tú, yo y todos nosotros. Los que siguen y los que no.
Shalom.
Gracias por compartir con nosotros tus pensamientos. A mi me ayudan a crecer... Gracias!
ResponderEliminarSoledad
Espero con ansias nuevas escrituras...Gracias, gracias, gracias!
ResponderEliminarAnalía García
me gusta este blog ...cosas muy sentidas...!!!felicitaciones...!!!
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